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PINTORAS MEXICANAS MURALISTAS AURORA REYES Y ELENA HUERTA



Tras la Revolución de 1910, México no pudo integrar la causa femenina a la reconstrucción del país. Tan es así que a pesar de que hombres y mujeres contribuyeron en la lucha armada, ellas fueron una vez más relegadas a un papel secundario.


AURORA REYES 


Es por ello que Aurora Reyes, la primera muralista mexicana, luchó desde el Partido Comunista por integrar al arte a trabajadores y mujeres. Sus murales dan prueba de ello ya que exaltan las luchas obreras y campesinas. Uno de su más famosos trabajos es el de Atentado a los Maestros Rurales en el Centro Escolar Revolución, pintado en 1936.



Además de ser poeta y pintora, desarrolló un trabajo como ilustradora de libros, incluyendo los suyos y los de escritores como Sergio Magaña, Concha Michel, Alfonso del Río, Magdalena Mondragón, Daniel Castañeda o José Muñoz Cota, entre otros.

Aurora Reyes también fue maestra y dirigente sindical. Su compromiso social fue permanente. Impartía clases de dibujo y pintura mientras militaba en el Partido Comunista Mexicano, o ayudaba en la fundación de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios para promover el arte entre los obreros.




Promovió la creación de las primeras guarderías para hijos de maestros de escuelas públicas, un logro alcanzado 1940. Además participó en el movimiento que exigió reformas constitucionales para permitir el voto de las mujeres.


Reyes nació en Hidalgo del Parral, Chihuahua, el nueve de septiembre de 1908, ciudad donde residió durante la primera etapa de la revolución mexicana.


Su abuelo, el general Bernardo Reyes, murió durante el cuartelazo del nueve de febrero de 1913, hecho con el que se inició la llamada Decena Trágica que culminó con el asesinato del presidente Francisco I. Madero y el arribo de Victoriano Huerta al poder.

La obra pictórica de tan destacada artista define su compromiso político, muestran el impacto de la conquista española en las etnias, las costumbres, la geografía, los ritos y mitos prehispánicos, la opresión durante el periodo colonial y el poder de la Iglesia Católica, cómo era la vida durante la guerra de independencia o reflejan el dolor y la desigualdad sociales durante la lucha revolucionaria.


Por eso no es extraño que su poesía incorpore imágenes y símbolos de los temas que aborda en su obra plástica.



Trabajó en cuatro murales más entre 1960 y 1972, en el auditorio 15 de mayo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (Belisario Domínguez 32, en el Centro Histórico).


En una superficie de 326 metros cuadrados se distribuyen: Trayectoria de la cultura en México, Presencia del maestro en los movimientos sociales de México, Los Grandes Maestros de México y El Libro Abierto del Espacio. Un sexto mural se encuentra en la antigua Casa de Hernán Cortés, en el Salón de Cabildos de las oficinas actuales de la Delegación Coyoacán. Se llama El Primer Encuentro, una obra que terminó en 1978.



En vida tuvo el reconocimiento y amistad de los grandes muralistas mexicanos, así como de pintoras como Frida Kahlo y Concha Michel. Sin embargo, sus murales se encuentran hoy casi en el olvido, descuidados y sin atención.


Aurora Reyes murió el 26 de abril de 1985 en el Distrito Federal. Sus cenizas fueron depositadas en el jardín de su casa de Coyoacán. Pero legó al pueblo de México su clara visión de que el arte es un bien cultural que no distingue género ni clases sociales.




ELENA HUERTA


Elena nació en la ciudad de Saltillo en el año de 1908. En su libro de memorias, El círculo que se cierra,publicado por el gobierno del estado de Coahuila en 1999, nos entrega el relato sencillo y sin pretensiones de una mujer que se enfrentó a la vida en momentos cruciales de la historia de México. 

 La portada de un libro dedicado a ella con fragmento del Mural de la Fundación de la Villa de Saltilo

Con gran naturalidad construye el retrato de la niña provinciana, hija del general carrancista Adolfo Huerta Vargas; de la joven inquieta que estudió en la Academia de Pintura del maestro Rubén Herrera y luego viaja a la capital del país, en 1927, donde vivió de cerca los movimientos políticos y sociales de la época. 

Grabado "Hombres de La Reforma" 1953

En esta etapa decide ser activista del Partido Comunista Mexicano (PCM), luego contrae matrimonio con Leopoldo Arenal, relacionándose con personajes que la historia ha considerado claves en el arte y en la lucha social. Perteneció a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) y más tarde al Taller de la Gráfica Popular. 


El libro también relata su permanencia en la Unión Soviética, acompañada de sus dos hijas durante la Segunda Guerra Mundial, y refiere sus andanzas por varios países en diferentes épocas de su vida.

Grabado "La Constitución de 1824"

Es notable cómo las mujeres que en ese momento histórico tuvieron una vocación artística se vieron obligadas a abrirse camino para lograr ser aceptadas en el gremio. 


No olvidemos que los artistas de la posrevolución poseyeron un perfil multifacético: algunos eran militantes de partidos políticos, generalmente el PCM; además, fueron activistas, educadores, sindicalistas, grabadores, intelectuales, vanguardistas y escritores. El sexo femenino no era la excepción. Elena fue pintora y grabadora, pero también autora de obras para teatro guiñol, maestra y activista política. Esto resultaba altamente meritorio en una época en que la participación social y política de la mujer era casi nula.